Desde que el cordero nace, hasta el mes y medio de edad, recibe el nombre de Cordero lechal. Durante esta época su carne es de un rosa pálido, casi blanco, y tiene muy poca grasa, ya que sólo se ha alimentado de la leche de su madre.
La carne de cordero lechal contiene un porcentaje medio de grasas, que además de ser fuente de energía, actúan como transporte para las vitaminas liposolubles. Son importantes sus vitaminas del grupo B, como la piridoxina y la tiamina, necesarias para la formación de los glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
El cordero presenta además un importante contenido en sodio. Es rica en minerales como el Hierro, Selenio y Zinc.
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