Tiene más de un 50% de ácidos grasos insaturados, entre los que destaca el ácido oleico, característico del aceite de oliva y responsable en gran medida de las propiedades cardiosaludables de la Dieta Mediterránea, lo que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo LDL y a mantener o a aumentar ligeramente los niveles de colesterol bueno HDL.
En definitiva, se trata de un producto de elevada densidad de nutrientes necesarios en todas las etapas de la vida y, en especial en aquellas en las que las necesidades están incrementadas (embarazo, crecimiento, deporte, etc.).
Recuerda atemperar el producto sacándolo de su envase al menos 15 min antes del cocinado.
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